FERRARI PREPARA UNA NUEVA PISTA PARA PROBAR SUPERCOCHES
Se situará junto a Fiorano, tendrá 2 km de longitud y se utilizará para probar los nuevos deportivos de Ferrari... también eléctricos.
Las inversiones de Ferrari para ampliar sus espacios de trabajo no se detienen y, tras la inauguración del nuevo e-building, la firma del Cavallino Rampante estaría planeando la construcción de una nueva pista que acompañe a la de Fiorano.
Así lo informa la Gazzetta di Modena, que habla de un proyecto depositado en los últimos días por Dromo, una empresa emiliana especializada en la construcción de circuitos, que ha trabajado en Yas Marina, Mugello, Sepang y el Porsche Experience Centre de Franciacorta, por poner algunos ejemplos.
Todavía no hay muchos datos oficiales al respecto, así que no sabemos cuándo se inaugurará la nueva pista, pero sí han surgido algunas anticipaciones sobre su posible uso.
Alto secreto
Con una longitud de 2 km, la nueva pista de pruebas de Ferrari estará situada a pocos metros de Fiorano, el histórico trazado de test del Cavallino, con el objetivo de albergar las últimas pruebas de los coches antes de su entrega a los clientes. Así, se evita tener que utilizar carreteras públicas.
Segundo objetivo: circular con modelos aún por presentar, prototipos en desarrollo de los Ferrari del futuro, que deben mantenerse lo más ocultos posible, algunos de ellos listos para cobrar vida en el nuevo e-building.
Para ello, y siempre según la Gazzetta di Modena, se instalarán paneles para evitar miradas indiscretas. De este modo, los fotógrafos espía lo tendrán más difícil.
El Ferrari SF90 XX en Fiorano
La superficie cubierta por la nueva pista de Ferrari será de 120.000 m2, con la posibilidad de aumentar a 128.000, con la presencia de una curva elevada necesaria por las "dimensiones relativamente pequeñas", según el informe, al tiempo que ofrecerá a los pilotos de pruebas la posibilidad de conducir a una velocidad constante (entre 120 y 130 km/h) durante un kilómetro.
Otros detalles citados por el diario de Módena se refieren a la necesidad de recorrer una recta de al menos 500 metros a 100 km/h, la posibilidad de reproducir tramos normales de carreteras no urbanas y la presencia de un taller de 1.000 m2.
Así trabaja un probador de Ferrari